Carlos Márquez ha dividido la conferencia en tres secciones que aluden a tres facetas en las que la Antigüedad clásica ha dejado su impronta: el arte, el pensamiento y la política. Acerca de cómo el arte clásico se prolonga en las épocas posteriores, el profesor ha apoyado su discurso sobre ejemplos como la Catedral de Aquisgrán, monumento que expresa la grandeza del imperio de Carlomagno, o el ‘Dreikönigschrein’ ubicado en la Catedral de Colonia y característico por sus gemas y camafeos.
El recorrido ha continuado por el Renacimiento italiano, haciendo hincapié en la obra de Rafael ‘La escuela de Atenas’, que considera la más representativa de esa influencia clásica. Tras realizar una aproximación al clasicismo patente en las obras de Goethe y otros autores alemanes de finales del siglo XVIII y principios del XIX, la ponencia ha alcanzado el más reciente Arte Povera con la ‘Venus de los trapos’ de Pistoletto o la propia publicidad contemporánea, que realiza constantes referencias a la Antigüedad clásica y sus modos de representación.
Respecto al conocimiento, el catedrático de Arqueología ha recordado la importancia que tienen los gimnasios de la Antigua Grecia en la configuración de los centros de estudios posteriores. No en vano, ha comentado que en Alemania la palabra ‘Gymnasium’ denomina a los centros de secundaria. También se ha referido a la ‘Biblioteca de Celso’ en Éfeso, que inspira “las grandes bibliotecas del siglo XIX” en Europa. Además, ha explicado que el mito del emperador Augusto ha servido como modelo cuando hubo que “reconstruir las naciones europeas”. Por otro lado, ha querido también hacer mención de la importancia que tuvieron Virgilio y sus ‘Églogas’ en el Renacimiento.
La ponencia ha finalizado abordando la influencia en la política, en la que ha destacado cómo tanto el fascismo como el nazismo se inspiraron en la Antigüedad clásica. “La relación de Hitler con la Antigüedad lleva sus ideas hasta límites insospechados, mientras que Mussolini se inspira en el Imperio Romano para su Italia”, ha apostillado. Por último, ha lamentado que los planes de estudio privilegien hoy en día más lo contemporáneo que lo clásico, puesto que cree que la Antigüedad hay que “reconquistarla” para reconocerla como “nuestra identidad o como alteridad”.
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