La obesidad infantil parece ser el "caldo de cultivo" de diversas enfermedades cardiovasculares de la edad adulta. Así lo creen expertos de las universidades de Granada y Córdoba que pretenden establecer las relaciones entre el síndrome metabólico en niños y el riesgo de diversas patologías cuando sean mayores. El proyecto, calificado de excelencia por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, se ha incentivado con 247.000,62 euros
El síndrome metabólico afecta al 30% de los niños obesos. Se trata de una enfermedad que provoca elevados niveles de triglicéridos, de ácido úrico y de insulina, así como hipertensión arterial y reducción del colesterol bueno. La incidencia de esta alteración metabólica en los niños con sobrepeso ha llevado al departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la Universidad de Granada y al Departamento de Especialidades Médico-Quirúrgicas (Sección de Endocrinología Infantil) de la Universidad de Córdoba a interesarse por sus efectos a largo plazo. "Existen numerosas evidencias epidemiológicas y relaciones causales entre la obesidad en los jóvenes y la aparición temprana de síndrome metabólico y aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos", explica el responsable de la investigación Ángel Gil.
Las enfermedades cardiovasculares se suelen manifestar en el adulto. Sin embargo, los primeros signos de aterosclerosis comienzan en la edad pediátrica. Los hábitos de vida de hoy influyen sobre la salud de los adultos del mañana. Por ello, los expertos pretenden determinar la frecuencia y asociación de varios biomarcadores de daño oxidativo, inflamación y de riesgo de enfermedades cardiovasculares en la obesidad infantil. Elegirán niños en el periodo prepuberal para analizar la relación entre su grado de obesidad y el síndrome metabólico con el grado de desarrollo de las placas de ateroma.
Se han elegido estos parámetros porque los expertos parten de la hipótesis de que los niños obesos presentan una serie de marcadores que evidencian sus futuras patologías cardiovasculares. Estas pistas serían la alteración de los niveles de lípidos plasmáticos o desarrollo de daño oxidativo celular. Además, se detecta la expresión y secreción de varias moléculas biomarcadoras del proceso inflamatorio y de daño endotelial vascular, que conduce a la formación precoz de placas de ateroma. Asimismo, se cree que varias de estas moléculas biomarcadoras se relacionan con la aparición precoz de síndrome metabólico en el niño obeso antes de la pubertad.
Los investigadores utilizarán una muestra de niños obesos y otros normales para su estudio. Se seleccionarán 150 niños con obesidad con edades entre los 6 y 13 años, sin signos de desarrollo puberal y 150 niños sanos. Los niños obesos se escogerán en las consultas de Pediatría del Hospital Universitario Reina Sofía y Hospital Valle de los Pedroches de Córdoba y de los Hospitales Universitarios de Zaragoza y Santiago de Compostela.
Los análisis de los biomarcadores se llevarán a cabo en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la Universidad de Granada. Los niños sanos se reclutarán entre los niños que acuden para descartar alguna patología y en los que se confirme la ausencia de enfermedad. "En todos los sujetos se hará un estudio de ingesta de alimentos y de hábitos de vida, así como un estudio antropométrico y de medida del espesor de la capa íntima-media de la arteria carótida", explica Gil.
Incidencia de la obesidad
Según los datos aportados por el profesor Ángel Gil, actualmente el 17,6% de los niños españoles son obesos. Un porcentaje que ha ascendido de forma "alarmante" en las últimas décadas, ya que en 1984 sólo un 4,8% de los niños españoles tenían sobrepeso. Este ascenso elevado de la obesidad en niños no responde, según Gil, a cambios genéticos de la población infantil, sino aparece cuando esos genes interaccionan con una situación ambiental desfavorable, como una vida sedentaria o la ingesta elevada de energía, que dan lugar a la acumulación de grasa.
Los científicos abogan por un tratamiento de la obesidad infantil integrado en el que se impliquen los médicos, la familia, la escuela, las instituciones y las industrias.
CMC ( De "Andalucía investiga" )