La directora académica del curso denominado "Primeros auxilios y salvamento acuático", Esperanza Jaqueti Peinado ha explicado que el protocolo a seguir en un caso de salvamento se inicia con el avistamiento de la víctima y se realiza de distinta manera si ésta está activa "y te puede ayudar o si está activa y te puede dificultar, al sentirse muy nerviosa y quererse agarrar a ti, como sea". También es distinto según el tipo de positividad: "si alguien ha visto que la víctima puede tener una lesión en la columna vertebral, el agarre es distinto, así como la forma de llevarla fuera del agua", dijo Esperanza Jaqueti.
La licenciada en Educación Física es consciente de que alrededor de la labor de los socorristas existen muchos mitos, definiendo a estos profesionales como "las personas preparadas y predispuestas para ayudar en cualquier dificultad que sufra un bañista", tarea que cuenta, a su juicio, con una buena salida laboral, especialmente en aquellos municipios que disponen de piscinas cubiertas. Esperanza Jaqueti afirmó que "aquellos chicos y chicas que consigan el título, si se mueven y buscan, encontrarán trabajo".
Además, se trata de una profesión igualitaria, ya que cada vez son más las piscinas que cuentan con socorristas femeninos. La directora académica destacó que "en las pruebas se les pide lo mismo a las chicas que a los chicos, que es lo que hay que hacer", manifestando que "a mi, me da igual que sea hombre o mujer quien me ayude porque, si me encuentro en condiciones adversas, lo que quiero es que me salven".