(P.-) A partir de aquí, ¿cómo continuó el estudio?
(R.-) Observamos que esta proteína se podía asociar con una mejor
respuesta de las células del hígado en la lucha frente a la progresión
del cáncer hepático, por lo que decidimos desarrollar una segunda fase
del trabajo. Mediante técnicas de ingeniería genética, se corroboró que
un alto nivel de esta proteína p27 propicia la reparación del daño
genético de los hepatocitos y frena la proliferación de las células
tumorales.
(P.-) ¿Por qué enfocó el estudio en la proteína p27?
(R.-) Cuando empezamos a estudiar las proteínas del hígado nos dimos
cuenta de que la p27 estaba muy implicada en el control del crecimiento
de las células tumorales y decidimos estudiar por qué. A lo largo de
este trabajo de investigación, hemos comprobado que esta proteína evita
el daño en el ADN de la célula, es decir, que cuando la presencia de la
p27 es alta, las células tumorales dejan de proliferar y permite la
reparación del genoma celular.
(P.-) ¿Cuál sería la función de esta proteína dentro del hígado?
(R.-) Nuestros órganos están expuestos a muchos agentes que pueden dañar
el ADN de la célula, como el alcohol, virus, tóxicos, etc. Si este
código genético no se repara, la célula se salta el sistema de control,
deja de ejercer las funciones propias del hígado y empieza a ser
autónoma, se reproduce y se generan las células tumorales. Lo que hemos
observado con este estudio es que, cuando el nivel de esta proteína
desciende, las células son más propensas a perder el control de su
proliferación. La proteína p27 reduce el crecimiento tumoral y promueve
la reparación del ADN.
(P.-) La última fase del estudio ha sido la fase clínica. ¿Qué resultados han obtenido?
(R.-) Hemos estudiado la expresión de la proteína p27 en muestras de tumores de hígado de 24 pacientes del Hospital Universitario Reina Sofía
y hemos podido comprobar que la presencia de altos niveles de la p27 se
relaciona con un pronóstico bueno para el paciente. Los datos del
estudio sugieren que esta proteína promueve la reparación del daño en el
código genético de las células hepáticas evitando su evolución a
células cancerígenas.
(P.-) ¿Esta proteína sólo actúa así en las células del hígado?
(R.-) Nosotros nos hemos centrado en este tipo de células, pero la p27
está presente en otros órganos, pudiendo ejercer un papel similar en los
tumores de otros órganos. Este trabajo y otros que se están
desarrollando van a permitir que podamos identificar nuevas estrategias
terapéuticas, donde la regulación de la expresión de la p27 y otras
proteínas podrían formar parte del tratamiento del cáncer de hígado.
(P.-) Entre otros reconocimientos, ha sido recientemente galardonada con el premio Gonzalo Miño Fugearolas que otorga la Universidad de Córdoba. ¿Cómo ha recibido este reconocimiento?
(R.-) Con mucha alegría. Que reconozcan tu trabajo siempre es un halago y
te anima a seguir trabajando. También hemos conseguido que fuese
publicado en la revista International Journal of Cancer.
La difusión de un trabajo en una publicación especializada tan
importante es uno de los mayores reconocimientos que puedes conseguir
como investigadora.
(P.-) Aunque el premio lo ha recibido usted, éste es un trabajo de equipo. ¿Cómo se organizan?
(R.-) Somos muchos los que estamos implicados en este trabajo. El
proyecto forma parte de la línea de investigación Estrés oxidativo y
nitrosativo en hepatopatías agudas y crónicas, dirigido por Jordi
Muntané, Manuel de la Mata y José Antonio Bárcena, que está incluida
dentro del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC).
Somos un grupo mixto en el que participan tanto investigadores del
Hospital Universitario Reina Sofía, como del Departamento de Bioquímica y
Biología Molecular de la Universidad de Córdoba. La colaboración es
esencial para que salgan adelante los proyectos de investigación.
(P.-) ¿Con la presentación de este trabajo finaliza el estudio de la proteína p27?
(R.-) No, cuando empiezas una línea de investigación comienzas por el
tronco y empiezan a salirte ramas. A partir de ahí, escoges una de
ellas. Nosotros hemos decidido, en este caso, estudiar la p27. Pero
existen distintas líneas de investigación relacionadas en las que nos
adentraremos en un futuro. La proteína p27 puede tener otras funciones
que se desconocen y que pueden ser la base de próximos estudios.
PT L-P ( De " Andalucía Investiga" )