El pasado 21 de Abril Rosa Aguilar, diputada del Parlamento Nacional y ex alcaldesa de Córdoba impartió una ponencia al alumnado del Máster de Educación Inclusiva en la Facultad de Ciencias de la Educación sobre como pueden construirse ciudades inclusivas en tiempos de crisis. La ponente fue presentada por el decano de la Facultad de Ciencias de Educación Francisco Villamandos de la Torre y por el director de la “Cátedra Intercultural, Córdoba Ciudad de Encuentro”, Luis Rodríguez García.
La ex alcaldesa de Córdoba hizo hincapié en la diferenciación entre multiculturalidad e interculturalidad calificando a esta última de garante de los valores de cada pueblo y de la capacidad de no renunciar a estos valores: “Hablar de interculturalidad es hablar de la vida cotidiana”.
La ponente apuntó que el desarrollo de la inclusión de culturas dentro de Europa no puede quedar a expensas de decisiones exclusivamente mercantilistas y por tanto es necesario demandar la respuesta de los ciudadanos y su compromiso en un mundo cada vez más globalizado y mediatizado desde una perspectiva económica unilateral. Esta política hace que las naciones se desdibujan en su identidad cultural, las empresas son deslocalizadas, los mercados deciden y se tiende al pensamiento único; todo ello ha traído consigo la merma en la política social europea y la pérdida de derechos y referencia de los ciudadanos.
Su intervención concluyó apelando a considerar: ¿Qué mundo queremos?, ¿Una Europa de los ciudadanos, o una Europa de los mercados?. Para Aguilar la ruta a seguir empezó con fuerza, conocimiento y recursos, en el 2008 cuando la Comisión Europea declaró el " Año Europeo del diálogo intercultural" y editó el “Libro blanco sobre el dialogo intercultural”; se defendía la inclusión, el progreso humano y la cohesión social, " vivir juntos"; sin embargo, hoy, la crisis sistémica, que empezó ese mismo año, ha traído la refundación de un capitalismo desmesurado y el riesgo de abandonar la cohesión social trayendo mas desigualdad y pobreza.
No obstante en el debate que tuvo lugar al final de la ponencia se apuntó que la solución para recuperar el camino empezado está en trabajar cada día por ser ciudadano y activar la interculturalidad como motor de la cohesión social, la igualdad y el renacimiento de los valores perdidos.