[CEV] |
|
introducción |
La enseñanza
a distancia ofrece una alternativa a la enseñanza
presencial mediante el uso de ciertos recursos.
Desgraciadamente, dichos recursos no logran sustituir por
completo a la enseñanza presencial puesto que, por mucho
material de apoyo que se proporcione al alumno (audio,
vídeo, libros, etc.) el alcance que posibilita dichos
recursos se ve limitado por la necesidad que todo alumno
tiene de un profesor que le guíe de forma adecuada.
Además, en muchos casos, el alumno se ve incapaz de
realizar las prácticas correspondientes al material de
estudio. Este problema se intenta subsanar utilizando cursos multimedia, que se basan en un enfoque más práctico. Los cursos se diseñan de tal manera que faciliten la asimilación del contenido por parte del alumno, permitiendo en muchos casos la simulación de las prácticas. Sin embargo, los cursos multimedia tampoco logran suplir por completo a la enseñanza presencial ya que no consiguen crear un ambiente de estudio, dado que el alumno se siente aislado al no poder comunicarse ni con sus compañeros ni con el profesor. Esta situación se puede resolver haciéndole sentir que se puede comunicar directamente con sus compañeros y profesores. Gracias a la tecnología, actualmente es posible llevar a cabo esta comunicación haciendo uso de diversos medios: desde la telefonía convencional, pasando por Internet (correo electrónico, grupos de noticias) hasta llegar incluso a la videoconferencia. Todos estos servicios existen pero no es fácil mezclarlos o acceder fácilmente a ellos, ya que se necesitan unos conocimientos avanzados tanto por parte del alumno como del profesor. Precisamente, este factor ha supuesto una traba para la incorporación de los profesores a la Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO). Actualmente, un alumno puede tener acceso a estos mismos servicios pero, o bien le resulta muy complicado manejarlos, o bien hay un conjunto de aplicaciones informáticas que proporcionan estos servicios, pero que son demasiado dispares o, incluso, incompatibles entre sí. Por tanto, lo ideal sería que los cursos multimedia tuviesen acceso a esos recursos de forma transparente al usuario. Para ello, se necesita una plataforma común que les facilite estos servicios. Ésa es, exactamente, la tarea de un sistema operativo. En definitiva, se necesita que el sistema operativo proporcione algunos servicios de alto nivel que engloben, entre otras cosas, los protocolos de comunicación. Tales servicios deben ser diseñados teniendo en cuenta las necesidades de aplicaciones de enseñanza. En suma, el sistema operativo debe facilitar que sobre él se puedan diseñar aplicaciones y cursos multimedia. Ahora mismo, no existe ningún sistema operativo orientado a esta funcionalidad, puesto que los sistemas operativos existentes hoy en día son distintos e incompatibles entre sí debido a la gran variedad de plataformas. Se puede decir, por tanto, que dificultan, en lugar de facilitarla, la comunicación hombre - máquina. Para resolver esta problemática surge la idea de una única plataforma, sistema operativo de red o centro de enseñanza que sirva de apoyo tanto para el alumno como para el profesor. Teniendo en cuenta las mejoras en la tecnología y las facilidades de comunicación entre ordenadores gracias a la red Internet, es posible desarrollar un sistema operativo de red de alto nivel que además sea multiplataforma. Esto es precisamente lo que ofrece el Centro de Enseñanza Virtual (CEV), un sistema operativo dinámico capaz de ofrecer servicios de alto nivel que, a su vez, son dinámicos. Es en esta característica donde se supera a una estructura basada en páginas Web, ya que ésta es demasiado estática para satisfacer plenamente los requirimientos de inmersión y, por tanto, dinamismo, que estamos buscando. La idea de un Centro de Enseñanza Virtual nace como una respuesta ideal para solucionar todas estas necesidades de la enseñanza. Este centro virtual pretende facilitar al máximo la Enseñanza Asistida por el Ordenador permitiendo, además, unos servicios de alto nivel que hasta ahora no habían estado disponibles ni para los alumnos ni para los profesores. Mediante la simulación de un campus universitario se logra integrar mejor al alumno y al profesor en un sistema de educación con un enfoque distinto al tradicional. |