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INTRODUCCIÓN JUSTIFICATIVA

El Proyecto de Innovación Docente que se presenta trata de introducir en la docencia de las asignaturas Derecho Penal I y Derecho Penal II el sistema de aprendizaje basado en problemas, combinado con técnicas de autoaprendizaje que pretenden que los alumnos de tales asignaturas lleguen a formarse, por sí mismos, en conceptos y principios básicos de la disciplina a través de la búsqueda, selección y estudio del tratamiento que la jurisprudencia ha venido dando a casos reales.

Los nuevos planes de estudio correspondientes al Grado en Derecho han supuesto una disminución significativa del número de créditos dedicados al estudio de la teoría jurídica del delito en el marco de las asignaturas Derecho Penal I y Derecho Penal II.

Frente a esta disminución, los conceptos fundamentales que constituyen el núcleo de esa materia, lejos de contraerse, cada vez se tornan más complejos, sobre todo tras las últimas reformas legales, y su estudio requiere mayor dedicación. Al mismo tiempo, la nueva forma de enfocar la docencia derivada de los presupuestos sobre los que se construye el proceso de Bolonia, aunando teoría y práctica como hasta ahora no se había hecho, obliga no sólo a insistir en los conceptos y principios básicos de la disciplina, sin los cuales no es posible una visión integral del Derecho Penal, sino a prestar también una atención cada vez mayor a las distintas líneas jurisprudenciales que trasladan esos conceptos y principios a la realidad diaria a través de la resolución judicial de conflictos sociales. A lo anterior, hay que sumar la dificultad añadida que supone la vorágine legislativa en la que nos vemos incursos desde hace años, pudiendo afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que no hay legislatura en la que no se lleven a cabo una o dos reformas profundas del Código Penal que, lejos de retocar cuestiones incidentales del mismo, suponen cambios sustanciales en esos conceptos básicos de la disciplina a los que antes hacía referencia.

La consecuencia de todo lo anterior en el proceso de la enseñanza del Derecho Penal es que, en un espacio de tiempo ciertamente limitado, hay que formar al alumno en una materia cada vez más compleja, extensa y cambiante, circunstancia que dificulta considerablemente el aprendizaje y la consolidación de los conocimientos adquiridos. Ello explicaría una realidad que la docencia que se viene impartiendo en los distintos posgrados pone de manifiesto año tras año, y que es la gran facilidad con la que los alumnos olvidan, apenas un par de cursos más tarde, los conceptos aprendidos, circunstancia que se da incluso en estudiante que obtuvieron altas calificaciones y que probablemente obedezca a un proceso formativo construido en torno y desde la teoría. Sin que esto deba interpretarse como una renuncia o una crítica a los conceptos teóricos, que siguen siendo absolutamente necesarios, sí constituye, desde luego, una reflexión sobre la necesidad de llegar a esa teoría desde un proceso inductivo basado en el trabajo, la reflexión y el desarrollo de la capacidad autoformativa del propio alumno, de tal modo que éste complemente la labor transmisora de información del profesorado facilitando que tales conceptos se asienten mejor y más sólidamente en él.

A todo lo anterior hay que añadir que, hoy por hoy, tan importante como interiorizar a lo largo de la carrera esos conceptos básicos que se consideran rudimentos de la disciplina, es la necesidad a la que se enfrenta cualquier egresado que se dedique profesionalmente al Derecho, de mantenerse en una constante labor de actualización de contenidos y de reciclaje de conocimientos a fin de estar al día de las novedades legislativas y de cómo esas novedades acaban siendo aplicadas por nuestros jueces y tribunales. La autoformación, en definitiva, se torna fundamental no sólo durante los estudios universitarios, sino también una vez finalizados los mismos y a la hora de abordar el ejercicio de cualquier actividad profesional relacionada con el Derecho, en general, o con el Derecho Penal en particular.

La capacidad de autoaprendizaje, uno de los pilares sobre los que se construye el proceso de Bolonia, constituye, de este modo, un objetivo básico que debe conducir al estudiante a una mejor y más completa formación académica, y al egresado a una mejor y más completa formación profesional en el terreno jurídico. Así lo pusieron de manifiesto las Conclusiones de la Asamblea de Decanos/as de las Facultades de Derecho españolas, reunida en Córdoba los días 25 y 26 de Octubre de 2007, que destacaron cómo las Facultades de Derecho deben cumplir un papel fundamental en la formación continua y permanente de todo jurista.

Para la adquisición de esa capacidad de autoaprendizaje, que constituye una pieza fundamental en la formación continua y permanente de todo jurista, y que forma parte las competencias genéricas y específicas del Título de Graduado en Derecho, se torna extremadamente útil el sistema de aprendizaje basado en problemas sobre el que el conocido "Informe Reflex" (informe elaborado en el marco del proyecto de investigación titulado "El Profesional Flexible en la Sociedad del Conocimiento: Nuevas Exigencias en la Educación Superior en Europa", dentro del 6º Programa Marco de la Unión Europea), manifestó lo llamativo que resultaba la valoración tan baja que ese sistema de aprendizaje merecía en España en dos áreas en las que la resolución de problemas parecía esencial, como eran Derecho y Salud(*).

Sobre la base de estos presupuestos, el Proyecto de innovación docente que se presenta, que se extenderá a los cuatro grupos de clase (aproximadamente 350 alumnos) a los que los participantes en el Proyecto impartirán a lo largo del curso 2015/16 las asignaturas Derecho Penal I y Derecho Penal II, lo que pretende es formar al alumnado en las técnicas del autoaprendizaje aprovechando, al mismo tiempo, las ventajas que ofrece el sistema de aprendizaje basado en problemas, de tal forma que sea el propio alumno el que, a través del estudio y análisis de casos reales extraídos de la jurisprudencia, llegue a construir los conceptos básicos del Derecho Penal, limitando así la labor de transmisión de información correspondiente al profesorado a la depuración, aclaración y enriquecimiento teórico de tales conceptos con las aportaciones que la doctrina, siempre necesaria, haya venido haciendo.

Se trata, en definitiva, de poner en marcha una experiencia en la que se invierten los términos del proceso formativo del alumno, que si tradicionalmente había venido adquiriendo en primer lugar unos conocimientos teóricos que luego trataba de aplicar al caso concreto, ahora comienza por estudiar el caso concreto para extraer de la solución jurisprudencial que se hubiere dado al mismo aquellos conceptos teóricos básicos que serán reforzados y enriquecidos ya en un segundo estadio por el profesor. De este modo, además de unos conocimientos teóricos más sólidamente construidos, el alumno es capaz de captar la utilidad práctica y social de tales conocimientos, circunstancia que puede contribuir, asimismo, a que adquiera una verdadera conciencia de la importancia de tales conceptos.

La elección de las asignaturas Derecho Penal I y Derecho Penal II para la puesta en marcha del presente Proyecto no es casual, sino que obedece al hecho de constituir el primer contacto de los estudiantes con la disciplina, y ser asignaturas cuatrimestrales que tienen como objetivo, precisamente, ofrecer al alumno los principios y conceptos básicos de la disciplina sobre los que se construyen, ya en cursos superiores, otras asignaturas relacionadas con la materia penal e impartidas desde el mismo Área de conocimiento o desde Áreas de conocimiento cercanas, como la de Derecho Procesal, que podría incorporarse a la experiencia en próximos cursos y en función de los resultados obtenidos.

Se trata, además, de asignaturas en las que los participantes en el Proyecto han venido utilizando la plataforma Moodle desde su implantación en la Universidad de Córdoba, disponiendo a tal efecto de unos materiales ya elaborados y de una experiencia que ponen de manifiesto su interés por la calidad en la docencia (así lo evidencian las excelentes calificaciones obtenidas en el Programa Docentia) y que resultan fundamentales para la consecución de los objetivos que se proponen.

(*)http://www.aneca.es/var/media/151847/informeejecutivoaneca_jornadasreflexv20.pdf