El hombre ha jugado a lo largo de la historia un papel decisivo y no siempre negativo en la modelación y conservación de nuestro entorno físico, este es el mensaje de fondo que ha transmitido el rector de la Universidad de Córdoba, Eugenio Domínguez, durante su intervención en el curso "Gestión de espacios naturales protegidos" que hasta el próximo sábado se celebrará en el campus de Rabanales.
Domínguez ha abierto la programación de este curso con un repaso histórico a la definición y evolución del concepto de espacio protegido y a las estrategias de conservación del medio natural seguidas por el hombre desde la antigüedad hasta nuestros días. Así de la preocupación por el mantenimiento del entorno ya manifestada por las sociedades recolectoras-cazadoras de la India hace tres mil años, el concepto de conservación se ha ido plasmando a lo largo de los siglos a través de distintas filosofías.
En España los primeros indicios de conservacionismo se remontan al siglo XIII, pero será en el siglo XVI, a través de la figura de los "cotos reales", cuando se manifiesten los primeros exponentes de espacios protegidos. En la actualidad, existen en nuestro país más de 550 lugares que definen esa definición, lo que representa algo más del 6% del territorio nacional.
Domínguez ha hecho especial mención a la riqueza del medio natural en Andalucía, donde se dan todos los bioclimas de la península debido a su variedad climática y pluviométrica. Esta gran riqueza de su entorno físico, sin embargo, se ha visto afectada por la condición del territorio andaluz de lugar de encuentro de civilizaciones. "Una intensa actividad humana que, a juicio del rector de a Universidad de Córdoba, ha afectado al grado de conservación del medio natural".
En la actualidad todas las provincias del territorio andaluz gozan de espacios naturales protegidos, si bien, según palabras de Domínguez "no son todos los que están ni están todos los que son, debido a que esta declaración obedece en la mayor parte de los casos a razones no siempre estrictamente ambientales". Los parques naturales de Doñana y Grazalema, que alberga la especie autóctona del pinsapo, el único abeto de carácter ibérico, y sujeto a repoblación desde la década de los cuarenta, junto con las dehesas han sido ejemplos puestos por el profesor Domínguez del papel beneficioso del hombre en la conservación del entorno natural.