Page 68 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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 GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR:
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
posiblemente sea el de Marianne Hirsch, hija de supervivientes del Holocausto, que concibe el término de “posmemoria” para describir la relación de las generaciones “del después” de experiencias traumáticas transmitidas a lo largo del tiempo mediante relatos, imágenes, comportamientos y afecciones a través de la familia y la cultura, en general.
Hirsch, insiste en la presencia del prefijo “pos”, ya que por memoria normalmente nos referimos a aquella que tiene un alcance directo. Sin embargo, los sujetos de la “posmemoria’’ tienen una percepción indirecta de los hechos
y completamente heredada, aunque esto no supone un obstáculo para que los descendientes puedan sentirlos de derecho propio. Sin embargo, aunque ambas, memoria y “posmemoria’’, son fragmentarias y dinámicas, a ésta última sólo se puede acceder mediante imágenes, objetos o testimonios orales de los que sí la vivieron. En definitiva, estos elementos trazan una red apoyada en la imaginación capaz de tejer un mapa visual del pasado. Por eso, el prefijo “pos” apunta a la mediación de la transmisión transgeneracional del trauma y a su continuidad en las generaciones siguientes. La formación de la “posmemoria’’ refleja el difícil vaivén psicológico entre la ruptura y la continuidad. Una comunicación quebrada por el sufrimiento y el dolor que acaba transmitiéndose como un legado a segundas y terceras generaciones. Además, Hirsch concluye en que la “posmemoria’’ no es una idea o un movimiento, sino una estructura intergeneracional y transgeneracional de trasmisión de la consecuencia de un recuerdo
traumático. Para ello, se sirve de fuentes que provienen de aquellas personas que sí vivieron el acontecimiento, pero Hirsch va más allá y señala al trabajo de trasmisión de la “posmemoria’’ como una plataforma de compromiso político, con carácter reparativo inspirado en el feminismo (en relación a la fuerte red femenina de conservación de la memoria) y que genera otros movimientos de cambio social.
La aplicación de este concepto, inicialmente, se enmarca dentro de la disciplina de Estudios del Holocausto, pero es ampliable a otros muchos contextos de eventos traumáticos: las dictaduras militares de América Latina, Bosnia, Ruanda, Palestina,AfganistánoEspaña...Cadalugarcontiene unas particularidades especiales; no obstante, España es un objeto de estudio especialmente relevante por su cercanía al Holocausto, su ruptura con los valores democráticos, la experiencia traumática de una guerra civil, la posterior dictadura militar y la gestión tardía de dicho pasado. A España ha llegado este concepto recientemente de la mano de la investigadora Laia Quílez . En su trabajo, hablar de “posmemoria’’ en España significa irremediablemente hablar de las creaciones artísticas que las segundas y terceras generaciones se han visto abocadas a producir para inferir y reconstruir en un pasado cuyas secuelas no han sido reparadas. Ergo, hablar de “posmemoria’’ precisa hablar también de sus modos de representación. Producciones audiovisuales, literarias y artísticas que tratan de recomponer décadas, después las narrativas de lo silenciado y materializar un pasado conflictivo ante la inminente pérdida de los testigos directos.
Conclusiones
Tomando como punto de partida el desarrollo del concepto de “posmemoria’’ de Marianne Hirsch, el siglo XX en España contiene todos los ingredientes para ser considerado un objeto de estudio fundamental en esta materia, incidiendo en una generación posterior a la que se le han transferido los efectos de la violencia física y estructural de tal forma que, a pesar de no haberla vivido, desarrollan cierta conexión. En nuestro
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