El profesor Coronado puso de manifiesto en su intervención el papel relevante del químico como arquitecto de la materia, ya que es capaz de diseñar y crear moléculas cada vez más bellas y complejas. Pero estas creaciones no sólo tienen interés estético. Las moléculas pueden presentar también propiedades físicas, químicas o biológicas de interés para fabricar dispositivos mucho más pequeños, eficientes y rápidos que los actuales. Esta tendencia hacia la miniaturización se inscribe dentro de un área que se denomina “nanociencia y nanotecnología”. Además, en el mundo nanoscópico los materiales presentan propiedades distintas a las observadas en nuestro mundo macroscópico. Todas estas posibilidades hacen que la química, junto con otras áreas del conocimiento como la física, la biología, la medicina, la ciencia de materiales y la ingeniería se interesen por esta nueva área de investigación que, para muchos, constituye la revolución científica y tecnológica del siglo XXI.
Como complemento del acto se entregó el Premio Marie Curie para Jóvenes Investigadores convocados por la UCO y el propio Instituto al docor Rafael Luque Alvarez de Sotomayor. Asimismo se concedieron accésits a los doctores Gregorio Fco. Ortiz Jimenez y Ana Ballesteros Gómez. Al acto, presidido por el decano de la Facultad de Ciencias, asistieron más de 150 personas entre profesores, investigadores y alumnos.