La huella ecológica es un indicador que marca el nivel de degradación medioambiental que produce una serie de personas en un territorio. En este sentido, la huella ecológica que se produce está muy por encima de lo ideal, lo que provocará que las generaciones futuras vean como se reduce drásticamente la productividad de los cultivos en sus zonas.
Este indicador mide la superficie que "consumimos actualmente cada uno de los habitantes de una determinada zona", explica la investigadora del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sonia Álvarez. Esto quiere decir que si en una determinada población se obtiene una huella ecológica de, por ejemplo, 2 hectáreas por habitante y a cada uno sólo le corresponde una, teniendo en cuanta su superficie total y el número de habitantes, se estaría comprobando que en esa zona existe un déficit ecológico, "es decir, estamos utilizando más superficie de la que tenemos destinados a ellos".
La huella ecológica, que no está calculada aún en muchas zonas de España, se calcula haciendo una extrapolación de datos de todo lo que consumimos (carne, vegetales, energía, agua…) en cantidad de superficie. Es decir, qué superficie hay que utilizar, por ejemplo, para que podamos comernos un kilo de carne. "Nosotros consumimos carne, frutas, verduras, algodón para los vestidos, energía y eso quiere decir que para comernos un kilo de carne es necesario criar una vaca y una serie de pastos en una determinada superficie", señala la profesora Álvarez.
Para reducir esta huella ecológica se han propuesto una serie de metodologías de buenas prácticas ambientales que pueden llegar a disminuir ese impacto sobre el terreno.
En este punto, también hay que tener en cuenta la superficie de bosque que ese territorio tiene destinado a consumir el CO2 generado por el uso de energía eléctrica, que es, en los últimos años, lo que hace que aumente la huella ecológica. "Por eso, nosotros recomendamos que se aumente la superficie de bosque en cada uno de estos territorios como forma de mejorar los niveles de degradación ambiental".
El crecimiento de este fenómeno puede provocar en el futuro consecuencias preocupantes. De hecho, lo que "estamos haciendo es que esa superficie de más que estamos consumiendo se la estamos quitando a otro territorio, como en el caso de África que cuenta con una huella ecológica mínima frente a la europea", comenta la profesora del curso.
Para reducir esta huella ecológica se recomienda una serie de buenas prácticas como reducir el consumo energético, utilizando el transporte público, viajar en tren o utilizar adecuadamente los aires acondicionados. Asimismo, reduce esta huella ecológica un consumo racional del agua, reutilizar las aguas residuales o reciclar los residuos.
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Jueves, 21 de Julio de 2005 15:22
Corduba 05. Lucena: La degradación medioambiental provocará una reducción drástica de la productividad de los cultivos
G.C. - R.A.
Publicado en
Actualidad Universitaria