ue éstas hicieron a sus compañeros masculinos al saltar al campo sirvieron de estímulo al equipo masculino para completar un primer tiempo muy combativo en el que logró realizar y luego transformar dos ensayos, por uno de sus rivales, llegando al descanso con un marcador favorable de 14-7. No obstante la facilidad con que los surafricanos lograron su única llegada fue toda una premonición de lo que habría de venir en el segundo tiempo donde hasta cuatro veces plantaron el balón en la zona de ensayo española transformando a continuación entre palos. Los españoles en este segundo periodo acusaron cansancio, falta de velocidad y de ideas ante un equipo mucho más rápido y mejor situado en el campo que desbordó con facilidad el sistema defensivo hispano.

Previamente, en los encuentros de cuartos y semifinales jugados por la mañana, Suráfrica había vencido a China por 26-0 y a Rusia por 36-0, mientras los españoles derrotaban a Italia 12-0 y a Francia 12-7. Ambas selecciones llegaron a la final invictas, pero con un dato elocuente a favor de los africanos: una diferencia positiva de 202 puntos frente a menos de la mitad de los españoles (91). El podio lo completó Rusia.