Carlos García Martínez, profesor titular de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Córdoba se prestó a la nada fácil tarea de explicar algunas de las paradojas existentes entre la inteligencia artificial y la ética, un debate que cada vez está adquiriendo más relevancia en nuestra sociedad y que se comprobó en esta sesión de CienciaFiccionados, dado el gran interés de las personas asistentes.
La discusión, moderada por la periodista Marta Jiménez, comenzó planteando el desacierto de Asimov en esbozar un mundo repleto de robots humanoides. La historia y el progreso han puesto en valor la funcionalidad del robot en detrimento de su aspecto. Los robots inteligentes para el hogar, como Alexa, Siri y Google Home o simplemente en los coches autónomos son ejemplos de ello.
Uno de los temas estrella del debate fue la ética de los algoritmos de las redes sociales. Matemáticamente, los robots que hay detrás de Facebook o Instagram son perfectos pero la cuestión recae en si realmente respetan los supuestos morales aceptados por gran parte de la sociedad. Lo último a lo que se enfrentó Facebook en este sentido fue la retransmisión en directo de la matanza de Nueva Zelanda y su difusión por millones de cuentas que la red social aún lucha por detener a pesar de sus algoritmos.
La novela de Isaac Asimov dio lugar a plantear si es posible que los robots lleguen a ser capaces de tener una conciencia propia a lo que Carlos García contestaba que “tendrán conciencia de sí mismos cuando nosotros creamos que la tienen”. La capacidad de autoaprendizaje de las inteligencias artificiales fue otro tema ampliamente debatido y el más inquietante. Se destacaron las virtudes de esta habilidad para llegar más rápido y más lejos de lo que el humano ha podido llegar nunca en ámbitos como la medicina pero también en los peligros que supone si se pone al servicio de actividades menos éticas.
Los participantes estuvieron muy activos durante todo el debate y aún se quedaron cuestiones por abordar al darlo por concluido pero aun así una idea quedó clara: una inteligencia artificial tendrá un comportamiento ético siempre y cuando la persona que la cree, la programe y la controle lo tenga.
Cienciaficcionados tiene como objetivo la promoción de la cultura científica y de la innovación y se enmarca en los objetivos del VI Plan Anual de Divulgación Científica de la Universidad de Córdoba que coordina la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación con la colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (FECYT).