‘Cambiar las cosas de sitio’ basa su concepto en una serie de trabajos encargados por diferentes administraciones a través de la Federal Art Project (FAP), seleccionados por García-Parody de entre los archivos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Cada sección de la exposición, Pequeña Flor, Teatro, La vivienda, Parques Nacionales, Velonis, Pensilvania y La idea era hacer amigos son series de obras cuyo punto de partida son las creaciones del FAP. Así, la serie Pequeña Flor son transformaciones realizadas a un cartel diseñado para los Aeropuertos municipales de la Ciudad de Nueva York; Teatro, de un cartel del Proyecto Federal de Teatro en San Francisco anunciando la obra de Charles Dickens El grillo en el hogar; La vivienda, de un original realizado para la Autoridad de la Vivienda de Nueva York, y así sucesivamente, hasta finalizar con el calendario de buena voluntad que los responsables del FAP hicieron llegar a los congresistas con la idea de hacer amigos. En cada una de estas series, el artista ha deconstruido los originales y con sus elementos disociados ha creado digitalmente nuevas composiciones, resultado de la suma de las partes seleccionadas de las obras originales, de ahí el nombre cambiar las cosas de sitio, pues el cartel se ha deconstruido y vuelto a construir cambiando sus elementos de lugar en la composición, y perdiendo en su resultante abstracción el carácter narrativo con el que fueron creados. El resultado es una exposición que une la sencillez en su propuesta expográfica a la complejidad técnica y conceptual que tan brillantemente ha desarrollado García-Parody, y que Aula Galerías Salazar se complace en presentar.
“Desde hace varios años, José María García-Parody y yo habíamos conversado sobre la posibilidad de llevar a cabo juntos un proyecto expositivo centrado en obra sobre papel y con un montaje sencillo en el que las piezas se mostrasen al público de la forma más cercana posible, sin enmarcados ni cualquier otro elemento en sala que no fuesen los trabajos realizados prácticamente tal como se concretan en el estudio”, comenta José Álvarez. “Después de ponderar algunos de los varios proyectos que García-Parody siempre tiene finalizados y listos para ser producidos —cualquiera de ellos tan interesante como el que nos ocupa— nos decidimos por trabajar en torno a un proyecto llevado a cabo en los Estados Unidos tras la debacle financiera de 1929 llamado Federal Art Project (FAP), iniciativa impulsada por la administración de Franklin Delano Roosevelt consistente en emplear a artistas, diseñadores, publicistas y otros sectores creativos en trabajos financiados por el Gobierno Federal para organismos públicos, que podían ir desde la realización de murales en edificios estatales y federales, escuelas, bibliotecas, oficinas postales y aeropuertos de todos los EEUU a cartelería anunciadora de los diferentes programas llevados a cabo por la administración federal en sus múltiples secciones y organismos”.
El FAP se insertaba dentro de la Works Progress Administration (WPA), entidad gubernamental creada en 1935 con la misión de generar puestos de trabajo en obras públicas por todo el país y de este modo garantizar recursos económicos a millones de ciudadanos que habían perdido sus trabajos a causa del colapso económico. De la importancia del FAP y su implicación con los creadores del momento puede dar cuenta una pequeña relación de nombres que incluye a Willem de Kooning, Mark Rothko, Philip Guston, Arshile Gorky, Lee Krasner y Jackson Pollock, entre otros muchos que trabajaron en el FAP. Todo este trasfondo histórico, sus datos más relevantes y las anécdotas más reveladoras, tan del gusto de García-Parody por las pequeñas cosas, se encuentra desarrollado en el catálogo en un más que notable estudio a cargo del autor.