A dicha reunión, coordinada por María Bastidas de ADPM y Vicente Rodríguez Estévez de la Universidad de Córdoba han asistido representantes de las distintas entidades participantes: Universidad de Córdoba (coordinadora del proyecto), Associação de Defesa do Património de Mértola (ADPM), Federación Española de la Dehesa (FEDEHESA), Fundación Entre Tantos, Gabinete de Gestión Integral de Recursos SL (Gestiona Global), Institut de L’Elevage, QUERCUS – Associação Nacional de Conservação da Naturaleza y Smartdehesa SL.
Durante el encuentro, cada socio ha expuesto los avances en las acciones y tareas técnicas del proyecto, que tiene una duración de cuatro años. Además, se han realizado visitas técnicas a explotaciones ganaderas y una reunión de trabajo con ganaderos y técnicos portugueses en la que presentaron como el problema del cambio climático está afectando a sus explotaciones y qué medidas están tomando para adaptarse.
La región de Alentejo, donde se celebró la reunión, está padeciendo una situación de sequía, que viene a sumarse al problema del decaimiento de los Quercus (seca de las encinas y alcornoques), que han desparecido en muchas explotaciones. Los ganaderos manifestaron que su mayor preocupación son los problemas derivados de la aridez, con la consiguiente reducción de la producción de los pastos y la incapacidad para suministrar agua al ganado, además de los problemas sanitarios ocasionados por las enfermedades emergentes y reemergentes y por interferencia sanitaria con la caza mayor, especialmente por la tuberculosis de ciervos y jabalíes.
Dentro de este proyecto está previsto llevar a cabo varias acciones demostrativas en al menos dos fincas de la zona, todas ellas en colaboración con los ganaderos de la zona y el equipo multidisciplinar del proyecto.
Más allá de considerarse una de las causas del cambio climático la ganadería extensiva se considera una solución al mismo y una herramienta de prevención de los incendios y de mantenimiento del equilibrio de los pastos, que produce alimentos y biodiversidad; por lo que beneficia a toda la sociedad, con independencia de que sea consumidora o no de productos de origen animal, mereciendo, por ello, el apoyo de las políticas agrarias.