A lo largo de estos tres días, Daniel Innerarity (codirector del Congreso), Manuel Poiares Maduro, Carme Colomina, Mariam Martínez Bascuñán, José Luis Martí, José María Lasalle, Txetxu Ausín, Manuel González Bedía y la propia Victoria Alsina han llamado la atención sobre los cambios estructurales que la inteligencia artificial está provocando en la democracia y en la participación ciudadana. Han alertado sobre los peligros de la concentración de poder en las grandes empresas tecnológicas y han aportado soluciones que van desde la regulación y la construcción de políticas antimonopolio hasta la necesidad de fijar controles y auditorias a la configuración de los algoritmos, sus sesgos, contenidos, funcionamiento, predicciones y demás derivadas de un funcionamiento al margen del ámbito del control público. La democracia tal y como la conocimos y tal y como se alumbró a finales del siglo XVIII ha cambiado de escenario y de actores y, según los expertos, esa democracia ya no va a existir más.
Estos mismos expertos han puesto de manifiesto que aún estamos a tiempo de regular un proceso que está desprivatizando la intimidad de la ciudadanía para convertir en negocio y poder su exposición a lo público. Nuevos conceptos, nuevas actitudes, nuevos desarrollos no pueden ser abordados desde los viejos planteamientos democráticos. Lo ocurrido el 6 de enero pasado en Washington ha sido, probablemente, la primera puesta de manifiesto de un ataque a la democracia a partir del funcionamiento descontrolado de la inteligencia artificial puesta al servicio de unos intereses concretos. ¿Ha sido el ‘Putsch de Munich’ del siglo XXI?, se preguntaba un ponente, en nuestra mano está todavía impedirlo, han respondido otros participantes aportando soluciones al respecto.
El director de la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba y codirector del Congreso, el profesor Manuel Torres Aguilar, ha insistido finalmente en la idea de continuar investigando desde la Universidad con el apoyo de las administraciones y las empresas tecnológicas en dar respuesta a los retos planteados que ya no tienen marcha atrás. 230 inscritos de diferentes puntos de España y de otros países -México, Colombia, Marruecos, Chequia, Indonesia- han asistido online y en modo presencial a las conferencias que han contado con el apoyo institucional de la UCO y el patrocinio y colaboración de la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba.