Nada es más contrario al espíritu de la Universidad que la violencia. Condenamos firmemente la agresión iniciada por el Estado ruso y pedimos que la diplomacia vuelva a ocupar el lugar que le corresponde como vía de resolución de un conflicto que, de no pararse inmediatamente, puede desatar unas consecuencias inimaginables.
Las universidades españolas colaborarán y cooperarán, a través de sus redes académicas y de relaciones institucionales, en todo lo que sea posible para reconducir una situación que nunca debería haberse producido.