Durante el mes de noviembre los viajeros en establecimientos hoteleros han superado la cifra de 85.000 (un 6,4% más respecto al mismo mes de 2021), mientras que las pernoctaciones (más de 145.764) han experimentado un incremento del 8,4% respecto al mes de noviembre del año pasado. Atendiendo a la procedencia, las pernoctaciones de los viajeros residentes en España superan las 101.000, lo que representa un 5,7 % más que el mismo período del año anterior, mientras que los extranjeros se sitúan por encima de los 43.000, con un incremento del 18,2% respecto a noviembre de 2021. Los viajeros de Andalucía (un 48,57%) y de las Comunidades Autónomas de Madrid y Cataluña, por este orden, han sido en noviembre los más numerosos.
Se ha producido, por tanto, un repunte importante de ambos indicadores respecto a 2021, mientras que la estancia media ha permanecido invariable (sólo 1,7 días de media), con la excepción de la estancia media de los extranjeros, que ha bajado a 1,6 días de media. La estancia en la provincia ha sido la más baja de España, tan sólo por debajo de las provincias de Zamora, Guadalajara y Toledo. Y en cuanto al grado de ocupación hotelera, se ha registrado un 51,92% por habitación en la provincia; cifra ésta por debajo de la ocupación media de Andalucía, aunque sólo por detrás de Málaga y Sevilla (Gráficos 3). Aún cuando los índices de ocupación hotelera han mejorado tanto en Córdoba como en la provincia respecto a 2021, en ningún mes del año han podido tan siguiera igualar los índices de ocupación del año 2019. Y lo mismo podemos decir del personal empleado, que ha sido de media 1.202 personas en 2022, por debajo de la cifra de 2019 (1.354 empleados).
Con estos datos en la mano, hay que precisar, en cualquier caso, que no puede hablarse aún de recuperación propiamente dicha respecto a las cifras de 2019, antes de la pandemia, y de hecho no se han podido igualar los datos de número de viajeros y pernoctaciones de 2019 (Gráficos 1 y 2), ni en Córdoba ni en la provincia. Los problemas derivados de la coyuntura internacional negativa de la Guerra de Ucrania, la crisis energética, el incremento de la inflación y la subida de los tipos de interés, que tanto están afectando a la disminución del poder adquisitivo de las familias, y la incertidumbre económica a corto y medio plazo, son los factores más importantes que explican que el año turístico 2022 vaya a cerrar, aún a falta de los datos oficiales del mes de diciembre, con un saldo negativo en la ocupación de los hoteles cordobeses respecto a 2019.
De hecho, la previsión para final del año 2022 que ha realizado el CAPT-UCO apunta a una pérdida estimada de más de 160.000 viajeros respecto al año 2019 en la provincia (entre 15-20% menos), de los cuales unos 140.000 corresponderían de pérdida a la ciudad de Córdoba. De acuerdo con la estimación realizada por el CAPT-UCO, basada en la coyuntura propia de Córdoba y provincia y los estudios de prospectiva realizados a nivel nacional, la recuperación del subsector hotelero no llegará hasta la primavera de 2023, cuando previsiblemente se igualarán o superarán incluso las cifras de 2019.