El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, ha destacado que “la sociedad está cambiando y también algunos de los problemas y pautas de comportamiento asociados a nuestro día a día”. “Las adicciones que este estudio recoge son problemáticas y causan un daño silencioso, pero no menos grave, entre los jóvenes y las familias que las padecen”.
Fuentes ha insistido en “la necesidad de concienciar sobre ello y fijar políticas que sean lo más eficaces posibles para combatir una cuestión que finalmente nos afecta a todos”. El máximo representante de la institución provincial ha destacado el “gran trabajo que se viene realizando desde el Instituto Provincial de Bienestar Social (IPBS) en este sentido, interviniendo a través de diferentes programas.
Por su parte, el presidente del Consejo Social de la Universidad de Córdoba, Francisco Muñoz, ha recalcado “la gran sensibilidad que muestra la Diputación de Córdoba con toda la provincia en temas como éste y con los colectivos más vulnerables”. En cuanto al estudio, Muñoz ha alabado la calidad del mismo, “se trata de una investigación pormenorizada, con una profusión de datos, que nos ofrece una realidad muy fidedigna del problema”.
En este sentido, las investigadoras han explicado que “nuestro objetivo ha sido el de mostrar un análisis de la situación de las tendencias adictivas sin sustancia entre jóvenes y adolescentes, centrándonos en los hábitos de uso de las nuevas tecnologías, cómo interfieren en su día a día, así como la supervisión o control parental que se estable de ese uso”.
El estudio refleja, entre otros datos interesantes, que el móvil con datos es el dispositivo más utilizado en general entre los más pequeños, seguido del ordenador, la televisión, la Tablet y la consola. En cuanto a la frecuencia de uso, de lunes a jueves, más del 65 por ciento usan las pantallas más de dos horas y más de cuatro horas el 22,4% de los jóvenes y adolescentes. El fin de semana, el 85% de los jóvenes y adolescentes usa pantallas más de 3 horas. El 31 por ciento reconoce que sus notas y sus responsabilidades han empeorado.
En cuanto a las apuestas, las cifras apuntan a que el 53,5% de los adolescentes ha jugado con dinero en el último año; la edad media para ambos sexos está en torno a los 15 años, se observa que cada vez comienzan a apostar antes. Los juegos de azar de mayor uso son el bingo, las apuestas deportivas, las máquinas de azar, etc.
El estudio profundiza también en la adicción a redes sociales, siendo las más utilizadas whatsapp, tik tok e Instagran, en ese orden, seguidas muy de cerca por youtube. El 34,5% tiene un uso problemático de las mismas, siendo especialmente significativo a partir de los 13 años.
Continuando con el apartado de videojuegos, esta investigación expone que los chicos presentan mayor uso problemático de los mismos, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años.
DATOS DEL INSTITUTO PROVINCIAL DE BIENESTAR SOCIAL (IPBS)
Desde el Área de Prevención de la Unidad de Adicciones del IPBS se interviene en distintos niveles. Así, se realiza una prevención universal, atendiendo cualquier demanda en Córdoba y provincia procedente de los centros educativos y cualquier entidad, como AMPAS, IES, asociaciones, etc. Los datos recogidos en el último año nos indican que se han realizado un total de 93 actividades preventivas tanto en el ámbito educativo como comunitario.
El Instituto realiza también una prevención selectiva e indicada, a través del Programa Psicoeducativo a Menores, Jóvenes y Familias. El objetivo del mismo es evitar problemas derivados del uso de comportamientos como los juegos de azar/apuestas deportivas y el uso problemático de las tecnologías. Este programa está dirigido a adolescentes de entre 14 y 18 años en situación de vulnerabilidad, aunque en los últimos años se está atendiendo a menores de entre 11 y 12 años.
También se están realizando talleres, cursos y sesiones de formación sobre el mal uso, abuso y adicción a las pantallas. El objetivo es dar formación preventiva, educativa y orientadora para todos aquellos profesionales que tienen su ámbito de intervención con menores y familias y generar espacios de coordinación entre los distintos profesionales y colectivos.
Del mismo modo, desde el área de intervención sociosanitaria de la Unidad de Adicciones del IPBS se está trabajando con adicciones conductuales, que incluye evaluación y diagnóstico, tratamiento personalizado, seguimiento a largo plazo, formación profesional e investigación.