Destaca su retrato de las mujeres, siempre fundamentales en su papel de pilares de una sociedad compleja, y cargado de sensibilidad y acierto, así como la fuerza descriptiva de ese microcosmos tan particular que retrata en costumbres y tradiciones, no dudando en recurrir al lenguaje hablado en su redacción para así transmitir una verdadera autenticidad, al tiempo que una reivindicación de sus raíces.
La obra ha sido prologada por el escritor Desiderio Vaquerizo Gil, catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba y autor de novelas como “El árbol del pan” o “Callejón del lobo”. Según Vaquerido esta novela es “Una obra que está repleta de derrotas y voces apagadas… porque a veces la vida, o mejor aún, la muerte, no necesitan palabras para imponerse”.