María Dolores Muñoz Dueñas, coordinadora del Aula, hizo un repaso de los veinte años de existencia de la misma, definiéndola como “un lugar de encuentro de creyentes en el reino temporal de Dios y el reino de los derechos democráticos”, resaltando que, a este respecto, nunca se ha vivido como un dilema la convivencia de la religión y el humanismo. Muñoz Dueñas indicó que el aula, desde su nacimiento, se convirtió en un “observatorio de la laicidad y la imparable secularización de Europa”. La coordinadora del Aula se remontó al inicio de las actividades en el curso 2003-04 que estuvo inspirada en el preámbulo de la Constitución Europea: “Consciente de su patrimonio espiritual y moral, la Unión está fundada sobre los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en los principios de la democracia y el Estado de Derecho. Al instituir la ciudadanía de la Unión y crear un espacio de libertad, seguridad y justicia, sitúa a la persona en el centro de su actuación”. Por último, repasó las personalidades que han pasado por sus seminarios, así como las distintas sedes de celebración de sus actividades.
El decano de Filosofía y Letras, Ricardo Córdoba de la Llave, apuntó al Aula como muestra del sentido de las Humanidades como espacio de reflexión; mientras que el director general de Cultura de la UCO, Fernando Lara de Vicente, señaló la proyección social de las aulas universitarias y de la labor pionera, en este sentido, que protagonizó el Aula de Religión y Humanismo.
El momento emotivo de la jornada llegó de la mano del presidente del Consejo Social de la UCO, Francisco Muñoz Usano, al entregar la medalla de oro del Consejo Social al Aula y a su coordinadora, María Dolores Muñoz Dueñas. El presidente del Consejo Social explicó los méritos reunidos por el Aula, señalando que “sin humanismo no hay ciencia completa y sin espiritualidad no hay humanismo”.