La muestra recoge imágenes de Mosul, Irak, tras la liberación en 2015 y la destrucción causada por la ocupación del Estado Islámico. “Iraq ha sido percibida desde la violencia: fragmentos, ruinas y muerte construyen nuestro imaginario occidental. Pero, Iraq nunca será un país cualquiera, ni una ruina más. Zubero propone una mirada al país donde el sentido de la historia se despliega para apelar a nuestro imaginario occidental. Cada foto no es un decorado dispuesto a engordar la visión occidental: es parte de lo real, del espacio habitado de una comunidad dispuesta a reivindicar su lugar en el mundo frente a miradas imperialistas. Hemos de aparcar nuestra actitud orientalista, colonial y exótica para entender cada fragmento, cada imagen, como espacio vital”, alega Begoña Zubero.
En NEEV, las víctimas del conflicto en Mosul hablan a través de imágenes de edificios destruidos y paisajes urbanos asolados por la guerra y años de interminables conflictos. Zubero se aleja del estilo de fotoperiodismo que sí muestra explícitamente la tragedia humana, interpelando al espectador en su quietud y silencio.
NEEV surge tras residencia artística de dos meses que Begoña ZUbero realizó en Irak a finales de 2018, gracias al patrocinio de Moving Artist Foundation. La exposición ya ha sido presentada en la Fondazione Sant Élia de Palermo (2020); el Museo de Trastevere de Roma (2022); la Fondazione La Verde La Malfa de Catania (2022) y ahora, renovada, en el Palacio de la Merced de Córdoba, fruto del convenio firmado entre la UCO y la Diputación Provincial.
Sobre Begoña Zubero
Desde sus primeros proyectos ha desarrollado una fotografía de tesis de impecable factura formal, en la que la documentación le ha permitido elaborar unas imágenes de gran calado intelectual. A lo largo de su carrera, ha transitado distintos géneros, desde la fotografía realista de sus espacios urbanos y naturalezas muertas hasta su experimentación con la abstracción subjetiva.
Atraída por la arquitectura de poder de los regímenes totalitarios europeos del siglo XX, dando lugar a su serie Existenz (2002-2013). Una imagen de esta serie obtuvo el I Premio Bienal Internacional de Fotografía Contemporánea Pilar Citoler de la UCO (2006). Gracias a la Beca de Artes Pásticas de la Fundación Botín (2009) realizó el proyecto Pueblos de colonización XX. Este trabajo se mostró en la exposición colectiva Como vivir con la memoria (2018), MUSAC de León entre otras.
En el 2012, volvió a Roma como artista residente en la Real Academia de España. Participó en el proyecto que realizó el arquitecto Ignacio González Galán en la XIV Biennale di Venezia di Architettura, comisariada por Rem Koolhas, con la instalacion Cinecittà Occupata (2014), en la sección Monditalia en el Arsenale, con fotografías que reflexionan sobre el espacio arquitectónico y sociológico de Cinecittà.
Ha formado parte también de la exposición Extraordinary visions. L’Italia ci guarda (2016), Museo MAXXI de Roma, con su proyecto Gente del Po, surgido a partir de su interés por las complejas relaciones entre la cultura y la ideología, en concreto por la figura de Michelangelo Antonioni. Este trabajo supuso un giro en su trayectoria, introduciendo el paisaje como objeto de estudio en cuanto depositario de la identidad, la memoria y la imaginación. El resultado se presentó en la Sala Artegunea de Tabakalera en San Sebastián (2017) y en el Centro Niemeyer de Avilés (2018).