Precisamente el presidente de la misma, Félix Serrano, ha manifestado su agradecimiento a la UCO por este estudio que servirá para conocer mejor los nuevos hábitos y exigencias de los clientes de establecimientos hoteleros una vez superada la situación de la pandemia. En este sentido, Félix Serrano ha subrayado las dificultades, esfuerzos e inversiones extraordinarias que han supuesto para los establecimientos hoteleros cordobeses la adaptación de los mismos para hacer frente a las exigencias en materia de seguridad higiénico-sanitaria y alimentaria establecidas por la normativa anti-Covid y la necesidad de poner en marcha los diversos protocolos sanitarios, más aún en los establecimientos regentados por micropymes, pequeñas y medianas empresas o los gestionados a nivel familiar. Asimismo, el presidente de AEHCOR habló expresamente de las reivindicaciones que su subsector hotelero ha demandado a las distintas Administraciones Públicas para aliviar la situación extrema de caída de ingresos y los gastos extraordinarios que han tenido que acometerse, sobre todo de carácter higiénico-sanitario y de seguridad alimentaria, para hacer frente a la crisis. En concreto, los hoteles de Córdoba han demandado exenciones de algunos tributos municipales que graban actividades y servicios que ahora no se realizan en los hoteles muchas veces por cierre de actividad o fuerte caída de ésta, la ampliación y mejora de las ayudas compensatorias de la Administración Autonómica y la adecuación de otras como el bono turístico y el mayor empleo de los fondos europeos anti Covid-19 por parte de la administración central con el objeto de poner en marcha medidas de fomento, incentivos y ayudas para los establecimientos hoteleros al tratarse del subsector de alojamiento turístico más afectado por la crisis y al mismo tiempo con mayor capacidad de creación de empleo.
En la provincia de Córdoba, al igual que en otros territorios nacionales e internacionales, los establecimientos hoteleros en el año 2020 han afrontado una crisis muy severa a consecuencia de la COVID-19. En concreto, en la provincia de Córdoba, durante los primeros once meses de 2020, el promedio mensual de los principales indicadores del sector hotelero fue el siguiente (Figura 1):
- El número de establecimientos hoteleros abiertos se redujo a 108, un 46,7% menos que en 2019, cuando abrieron de media 203 establecimientos.
- El número de plazas disponibles cayó hasta 6.918, un 38,8% menos que en 2019, cuando los clientes tenían a su disposición 11.313 camas.
- Se ocuparon solo el 20,6% de las 6.918 camas disponibles, es decir, se ocuparon 1.427 plazas, lo que supone un descenso de las plazas ocupadas del 74,2%. En 2019 se ocuparon el 48,83% de las 11.313 plazas que ofertaron los establecimientos hoteleros, es decir, se ocuparon 5.524 camas.
- Los 29.724 viajeros hospedados en establecimientos hoteleros realizaron 52.461 pernoctaciones, un 69,4% menos que en 2019, donde la cifra fue de 171.309.
- En los establecimientos hoteleros trabajaron sólo 578 trabajadores, un 57,3% menos que en 2019, donde trabajaron 1.534 empleados. Es decir, en 2020 solo ha trabajado un 42,7% de la mano de obra del año anterior. O dicho de otra forma, con respecto a 2019, en 2020 han perdido su empleo, en promedio mensual, 773 personas.
Figura 1. Descenso de indicadores clave en los establecimientos hoteleros de Córdoba en el año 2020 con respecto al año 2019. Fuente: Elaboración propia, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (2020).
Encuesta sobre la demanda hotelera potencial
En la radiografía realizada a la demanda hotelera potencial, se ha partido de una encuesta a 450 turistas residentes en España. Los resultados muestran que la relajación de las restricciones de viaje para hacer frente a la COVID-19 no lleva a todos los clientes de vuelta a los hoteles de manera inmediata. Existe un pequeño grupo de clientes (un 10%) que, a no ser que las restricciones de movilidad se lo impidan, está dispuesto a salir de viaje y a alojarse en establecimientos hoteleros sin necesidad de que estos establecimientos tomen precauciones de seguridad adicionales frente a la COVID-19. No obstante, la mayoría de los clientes (78%), a pesar de que no haya restricciones de movilidad, no están tan predispuestos a viajar y alojarse en un hotel, puesto que necesitan que estos establecimientos tomen medidas adicionales de precauciones de seguridad ante la COVID-19. Asimismo, un tercer grupo de clientes (un 12%) no está dispuesto a salir de viaje y alojarse en hoteles, independientemente de las medidas adicionales frente a la COVID-19 que lleven a cabo los establecimientos hoteleros, puesto que no se van a sentir cómodos hasta que la vacuna COVID-19 esté ampliamente disponible o hasta que el destino al que quieren viajar tenga muy pocos casos de COVID-19 y tenga la capacidad de testar, rastrear y aislar casos de COVID-19.
Según los datos recabados, las precauciones de seguridad más importantes que los clientes esperan de un hotel durante la pandemia de la COVID-19 son, por este orden, las siguientes: que haya una limpieza más rigurosa y frecuente de superficies de alto contacto en áreas comunes (4,62, en una escala de 1 a 5), que las mesas y asientos estén separados para asegurar una distancia física mínima en áreas comunes, restaurantes y bares (4.57), que los empleados usen mascarilla en todo momento (4.57), que se limpie con desinfectantes las instalaciones del restaurante (mesas y sillas) (4.54), que los empleados sean meticulosos en el lavado y desinfección de manos (4.53), y que los empleados conozcan los protocolos de salud y seguridad (4.50). En general, se trata de medias básicas de prevención ante la COVID-19.
Los establecimientos hoteleros son lugares en los que se produce un alto grado de interacción entre los clientes y los empleados. En consecuencia, es necesario prestar atención al alojamiento de los clientes, los servicios que lo acompañan (como limpieza o alimentación y bebida, entre otros), y las interacciones entre clientes, entre empleados y entre clientes y empleados (OMS, 2020b). Las medidas de prevención son cruciales, no sólo para ayudar a frenar la pandemia, sino también para que muchos clientes se sientan cómodos y seguros a la hora de alojarse en este tipo de establecimientos. En esta coyuntura, las ayudas directas para establecimientos hoteleros de gestión familiar, de gama media o baja y pertenecientes a micropymes o pequeñas empresas, que son en Córdoba una buena parte del tejido empresarial, se hacen sumamente urgentes para afrontar los numerosos gastos que tienen que acometer en cuanto a medidas de seguridad higiénico-sanitaria y alimentaria y adaptación de sus establecimientos a las nuevas exigencias de la demanda.