Viernes, 23 Octubre 2020 13:29

Díez de Revenga conecta a Miguel Hernández con la vanguardia española

Escrito por G.C.

El catedrático de Literatura Española y emérito de la Universidad de Murcia, Francisco Javier Díez de Revenga, ha afirmado hoy que “Perito en lunas supone la convivencia de dos tendencias: vanguardia por la imaginería y tradición por el uso de la métrica clásica áurea, en concreto en las octavas reales de Góngora en su Fábula de Polifemo y Galatea”. Con la conferencia “Entre neogongorismo y poesía pura: La granada (octava XXIII)”, Díez de Revenga ha clausurado hoy el seminario online organizado por la Cátedra Góngora y titulado: “Miguel Hernández y el neogongorismo: lectura interpretativa de Perito en lunas”. 

El catedrático emérito ha manifestado que “para mejor conocer la relación entre Miguel Hernández y la vanguardia, la poesía pura y el neogongorismo no hay como poner un ejemplo, escogido intencionadamente de Perito en lunas y examinarlo a la luz de los deseos de apertura hacia el exterior de Miguel Hernández y de relacionarse con la vanguardia, la poesía pura y con lo más avanzado de la interpretación gongorina”. En esta ocasión se detuvo en la octava XXIII, «La granada»”.

Posteriormente, ha afirmado que, “aunque es muy cierto que los contactos de Miguel Hernández con las vanguardias fueron muy escasos, no es menos cierto que gran parte de la vanguardia española, o por lo menos la que evolucionó en los años veinte y treinta hacia el 27, se caracteriza por la revisión y modernización del legado clásico: la reivindicación de los alardes poéticos de Góngora con motivo de su centenario en 1927”. 

Díez de Revenga ha continuado diciendo en su intervención que “los movimientos más innovadores demuestran a Miguel Hernández que la vanguardia, la poesía pura y los poetas más emprendedores que están realizando la nueva lectura de Góngora tienen mucho que ver con los atrevimientos de los movimientos innovadores: desde la greguería de Ramón Gómez de la Serna, la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, la lectura de los poetas más avanzados del otro lado de los Pirineos (Paul Valéry) y sobre todo la nueva valoración de los atrevimientos lingüísticos de don Luis de Góngora”.

Para finalizar, el catedrático de la Universidad de Murcia ha desvelado que la conmemoración del tricentenario de la muerte de Góngora, en 1927 produjo “libros poéticos y experiencias creativas que Miguel Hernández conoce y examina con detenimiento, como pueden ser el Rafael Alberti de Cal y canto, (1927), el Gerardo Diego de la Fábula de Equis y Zeda (1929) y el Jorge Guillén de Cántico (1928), publicado en las ediciones de la Revista de Occidente cuando su autor vivía en la cercana Murcia”.

José Luis Bernal

Por otra parte, el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Extremadura, José Luis Bernal, ha destacado que “el primer Hernández llevó a cabo, en el ejercicio virtuoso de Perito en lunas, esa conciliación de tradición y vanguardia, ya que dicho rasgo resulta clave para comprender cabalmente la esencia creadora del Veintisiete”.

Bernal, quien ha participado en este ciclo de conferencias con una intervención titulada “El silbo más alacre. Vanguardia y tradición en las octavas de Perito en lunas”, ha expresado que en su primer libro “Hernández intenta, entre otras cosas, conectar con la “contemporaneidad de los espíritus” de la que hablara Jorge Guillén en los primeros años veinte”.  Para añadir que “también valoramos la primera escritura hernandiana en su contexto preciso, como una experiencia solo aparentemente retrasada. De esta manera, ponemos en relación la experiencia hernandiana con la propia experiencia del Veintisiete en torno al tricentenario gongorino”. 

Todo ello lo ha concretado en una lectura de Perito en lunas centrada en dos octavas singulares dentro del conjunto (por su uso de citas, la presencia de variantes, la continuidad del motivo tratado, etc.): “Sexo en instante, 1” y “Sexo en instante, 2”; para terminar destacando “el valor de ese “silbo más alacre” del joven Hernández, frente a la consideración crítica recibida por el libro en muchos casos, por contraposición con su obra madura”.

Con esta jornada ha dado fin la programación de otoño de la Cátedra Góngora, cuya dirección académica ha corrido a cargo de Joaquín Roses, catedrático de la Universidad de Córdoba y director de la Cátedra, mientras que la secretaría académica ha correspondido a Beatriz Ruiz Granados, de la misma universidad. En la organización de este ciclo de videoconferencias también han participado la Universidad de Córdoba y el Grupo de Investigación de la Junta de Andalucía Góngora y el Gongorismo. Todo ello con la colaboración del Ayuntamiento de Córdoba.

 

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