En la mañana del 26 de junio, el Hotel Eurostars Palace de Córdoba acogió un desayuno de trabajo interinstitucional enmarcado en las actividades de transferencia y replicación del proyecto europeo IN-HABIT, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. Durante cinco años, este proyecto ha demostrado que es posible avanzar en la transformación social de barrios vulnerables poniendo a las personas en el centro del proceso, y creando oportunidades de bienestar con recursos infrautilizados.
El evento, organizado bajo el lema “Hacia una inclusión real y sostenible: resultados y métodos del proyecto IN-HABIT”, reunió a representantes de instituciones nacionales, regionales y locales, del ámbito académico, social y comunitario. Entre ellos, José Ramón Díez de Revenga, senador y portavoz de la Comisión de Vivienda y Agenda Urbana del Senado; Antonio Huertas Mateo, director general de Protección Social y Barriadas de Actuación Preferente de la Junta de Andalucía; José Luis Rodríguez, director del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Córdoba; y María del Mar Delgado Serrano, catedrática de la Universidad de Córdoba y coordinadora del proyecto.
Uno de los grandes ejes del encuentro fue la posibilidad real de replicar la metodología IN-HABIT, nacida de la experiencia en el barrio de Las Palmeras, uno de los más vulnerables del país y en el que más del 70 % de las familias viven por debajo del umbral de pobreza. Desde allí, IN-HABIT ha trabajado desde la escucha, la colaboración, la cocreación y la generación de confianza, logrando cambios pequeños, pero con impacto transformador, que permiten creer que un futuro mejor es posible.
“El proyecto ha sacado vida de un terreno inerte, muerto, que era una escombrera. Es un símbolo poderoso de lo que ocurre cuando las personas se unen con un fin común: somos capaces de sacar belleza donde antes solo había abandono”, expresó José Luis Rodríguez. “IN-HABIT ha permitido crear un espacio de la gente, para la gente, con la gente y por la gente. Un lugar que no solo se habita, sino que se siente como hogar”.
Por su parte, el senador Díez de Revenga destacó 5 claves fundamentales que, a su juicio, convierten al proyecto IN-HABIT en un modelo a seguir para las políticas sociales del siglo XXI: poner a la persona en el centro de todas las actuaciones; la necesidad de aplicar una lógica de microcirugía urbana (intervenciones pequeñas, precisas, arraigadas en el territorio y con capacidad de replicación); el uso del método científico y los datos como base del proyecto; la necesidad de transversalidad para abordar la vulnerabilidad y la necesidad de profesionalizar la intervención social, defendiendo que, al igual que se necesitan profesionales para construir infraestructuras, también se necesitan profesionales formados para construir comunidad y generar transformación social duradera”.
La coordinadora del proyecto, María del Mar Delgado, presentó los pilares de esta metodología, basada en un modelo de gobernanza inclusiva en el que caben y se escucha a todos, la implicación de activadores comunitarios que dinamizan y hacen posible el proyecto, el involucrar a los usuarios finales tanto en el codiseño como en el codesarrollo de las acciones y la combinación de intervenciones físicas con innovaciones sociales, culturales y de cambios de comportamiento que promuevan sentido de pertenencia, cohesión y resiliencia. “La clave está en escuchar, entender las dinámicas del territorio, y actuar con las personas, no sobre ellas”, señaló.
Desde la Junta de Andalucía, Antonio Huertas Mateo puso en valor el impacto institucional del proyecto, felicitando a la Universidad de Córdoba por su capacidad de innovar desde lo social. “La innovación es el motor transformador del cambio que se ha producido en las políticas públicas en el ámbito social, especialmente en la inclusión de las personas que viven en barrios desfavorecidos”, afirmó. Huertas subrayó además que “el trabajo en red, la gobernanza compartida y la cooperación interinstitucional son hoy más necesarios que nunca para lograr cohesión social e inclusión real”.
A lo largo del desayuno, se remarcó la importancia de construir alianzas entre actores diversos: administraciones públicas, entidades sociales, universidades, sector privado y, sobre todo, la ciudadanía. “Estamos todos en esto”, sentenció Rodríguez. “Si lo hacemos entre todos (espacios, financiación, gestión e investigación), transformaremos la sociedad”.
IN-HABIT ha demostrado que es posible repensar las políticas públicas desde la cercanía, desde el rigor científico, aportando método y también evidencias para la toma de decisiones y, sobre todo, desde las personas. En un contexto donde existen hoy en España más de 600 barrios vulnerables, la metodología desarrollada en Córdoba no es solo un ejemplo: es una hoja de ruta. Una guía para intervenir desde lo humano, desde la escucha, desde el compromiso colectivo. Como concluyó el senador: “Este proyecto es un rayo de esperanza. Desde la posición que ocupe, haré todo lo posible para replicarlo allá donde sea viable. Este es el enfoque que necesita la política social del siglo XXI”.